domingo, 11 de mayo de 2008

Pecunia non olet

En la antigua Roma se utilizaba la orina para curtir pieles y como blanqueador de telas. Así que el emperador Vespasiano decidió gravar con un impuesto a quienes se dedicaban a estas actividades, el cual les permitiría establecer recipientes en la vía pública con los que recoger el preciado líquido. Un día Tito, hijo de Vespasiano, señaló a su padre lo poco limpia que era la procedencia del dinero recaudado con dicho impuesto, a lo que su padre contestó "pecunia non olet" (el dinero no huele).

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